domingo, 19 de julio de 2009

MAS INFORMACIÓN SOBRE AUTISMO....

Introducción
El autismo es un síndrome que estadísticamente afecta a 4 de cada 1000 niños; a la fecha las causas son desconocidas, aún y cuando desde hace muchos años se le reconoce como un trastorno del desarrollo.
Salvo contadas excepciones, el autismo es congénito (se tiene de nacimiento) y se manifiesta en los niños regularmente entre los 18 meses y 3 años de edad. Los primeros síntomas suelen ser: el niño pierde el habla, pareciese que fuese sordo, tiene obsesión por los objetos o muestra total desinterés en las relaciones sociales con los demás. En algunas ocasiones puede llegar a confundirse con esquizofrenia infantil.
Existen múltiples estudios genéticos que relacionan los cromosomas 5 y 15 con el autismo así como otros que buscan vincularlo con cuestiones biológicas como vacunas e intoxicación de metales. A la fecha, ninguno de estos estudios ha logrado sustentar su teoría y por lo mismo, no se puede precisar el origen mismo del síndrome.
Una definición sencilla podría ser: “El autismo es un síndrome que afecta la comunicación y las relaciones sociales y afectivas del individuo”.
Como su definición lo dice, el autismo es un síndrome, no es una enfermedad y por lo tanto no existe cura. Se puede mejorar su calidad de vida y enseñarle nuevas habilidades con la intención de hacerlo más independiente, pero como en el Síndrome de Down y otros trastornos del desarrollo, el individuo que lo tenga será autista toda su vida.

1. Descripción general del déficit

El primero en introducir este término “autismo” para referirse a la pérdida de contacto con la realidad generando una total o parcial dificultad para comunicarse con los demás fue BLEULER (1911). Este autor lo introduce para caracterizar un síntoma fundamental de la esquizofrenia.
Pero tampoco debemos olvidar las aportaciones de otros autores como HASLAM, 1799; ITARD, 1799 y WITMEER, 1922, que sin percatarse de que se encontraban ante un síntoma específico, observaron casi todas las características conductuales que especificaría con posterioridad KANNER (1943). Este autor habla de “autismo infantil precoz” y lo describe como “una retirada de todo contacto con personas, un deseo obsesivo de preservar la identidad, una relación muy hábil con los objetos, la presentación de una fisonomía muy inteligente y pensativa, además de mutismo o de un tipo de lenguaje que no parece destinado a la comunicación interpersonal”.
RUTTER (1977) define el autismo como un síndrome de conducta caracterizado por síntomas comunes (alteración de la capacidad de relación, alteraciones lingüísticas, conductas estereotipadas…), a los que lo padecen.
Para la National Society for Autistic Chinldren de EE.UU, la palabra “autismo” hace referencia a un síndrome conductual que tiene su origen siempre con anterioridad a los treinta meses produciendo anomalías en los ritmos y secuencias de desarrollo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla del autismo como de “un síndrome que se presenta desde el nacimiento o se inicia invariablemente durante los treinta primeros meses de vida; las respuestas a los estímulos auditivos y visuales son anormales y, de ordinario, aparecen dificultades en la comprensión del lenguaje hablado.
Y por último, la DSM-III considera al autismo como un trastorno profundo del desarrollo que se caracteriza por una distorsión de las funciones psicológicas básicas implicadas en el desarrollo de las habilidades sociales y del lenguaje.

Los trastornos del espectro autista son un conjunto de trastornos en el desarrollo que aparecen siempre dentro de los tres primeros años de vida del niño o la niña y que se caracterizan por unas importantes alteraciones en las áreas de interacción social, la comunicación, la flexibilidad y la imaginación. Básicamente las alteraciones consisten en:
Æ Socialización:
Dificultades para entender el mundo de los pensamientos, en la interacción social, las emociones, creencias, deseos, tantos ajenos como los propios. Todas estas dificultades provocan una ausencia de interés por compartir.

Æ Comunicación:
Incapacidad para comprender el concepto de comunicación. La emplean fundamentalmente para pedir o rechazar. Muchos no tienen lenguaje oral. Los que lo tiene hacen un uso repetitivo y estereotipado del lenguaje o de los temas que interesan.

Æ Comprensión:
Dificultad para organizar sus pensamientos, entender a los demás, representar.

Æ Imaginación.
Importantes dificultades para utilizar apropiadamente, especialmente los simbólicos, realizar juegos de representación de roles o imaginativos.
El desarrollo de las alteraciones en los niños autistas varía dependiendo de la gravedad del autismo, de la edad cronológica y la edad mental del alumno y puede ser muy diferente entre dos alumnos, así como en el mismo alumno en distintas edades.
Los niños autistas presentan generalmente unas buenas capacidades en las áreas viso-espaciales (pensamiento visual, habilidad para el dibujo), de memoria mecánica y motricidad.


2. Características de los niños autistas

F Características comunes de los niños autistas, según, L. Kanner (1.943) “Los trastornos autistas del contacto afectivo”:
Incapacidad para relacionarse con los demás.
Ausencia de lenguaje o uso extraño de lo que poseen.
Inflexibilidad, rígida adherencia a rutinas y la insistencia en la igualdad.


F Características según la OMS:
Se presenta desde el nacimiento hasta los 30 meses aproximadamente.
Respuesta anormal a estímulos auditivos o visuales.
Dificultades en la comprensión del lenguaje hablado.
Graves perturbaciones relacionales.
Comportamiento ritualista. Estereotipos.
Disminución en la capacidad para el pensamiento abstracto o simbólico.
La inteligencia puede ser disminuida, ser normal o superior.
Mejor rendimiento en habilidades espacio-visuales.

F Características según el D.S.M. IV
Entiende el autismo como un trastorno profundo del desarrollo.
Síntoma fundamental: falta de respuesta ante los demás por lo que fracasa la comunicación e interacción social.
Características de los niños autistas:
- Deterioro cualitativo de la interacción recíproca.
- Deterioro cualitativo de la comunicación verbal y no verbal y en la vida imaginativa.
- Repertorio restringido de habilidades e intereses.
- Comienzo en la infancia o la niñez.

Descripción de las alteraciones:
Interacción social:
· Se ha creído que el autista tenía una gran vida interior y que se “aislaba del mundo”.
· Hoy se puede hablar de dificultades para comprender la naturaleza de la interacción.
· Conductas más prototípicas.
- Falta de contacto ocular o patrón anormal de éste.
- Resistencia al contacto físico.
- Apreciación inadecuada de las señales emocionales.
- Cuando hay interacción, la conducta no se adecua a la situación.
- Gran pasividad a los intentos de los otros por establecer relaciones.

Comunicación y lenguaje:
· Algunos presentan mutismo.
· Si existe lenguaje, aunque todas las áreas parecen estar alteradas, hay que prestar atención a los aspectos:
- Pragmáticos.
- Fonológicos y morfosintáctico (retrasado).
- Semánticos y pragmáticos (estereotipias).
· Para algunos autores son difásicos.
· Algunos subtipos de trastornos comunicativos-lingüísticos dentro del espectro autista:
- Agnosia auditiva verbal.
- Síndrome mixto expresivo-receptivo.
- Síndrome semántico-pragmático.
- Síndrome léxico-sintáctico.

Conductas estereotipadas:
· Autoestimulaciones.
· Conductas autolesivas.
· Ensimismamiento en determinados objetos o actividades.

Desarrollo motor:
Los principales logros del desarrollo motor se dan a la misma edad que en los niños normales.
Pueden observarse ciertas anormalidades:
- Forma característica de permanecer de pie.
- Andan de puntilla sin mover los brazos.
- Repiten determinados movimientos.
- Tienen la misma expresión facial intersituacional.
- Autoestimilación puede llegar a autolesión.
- Estereotipias.
- Retraso en el control de esfínteres.

Desarrollo perceptivo:
Las reacciones sensoriales de estos niños suelen ser muy extrañas.
Estímulos visuales:
- Está fascinado por las luces, cosas que giran…, estimulación repetitiva.
- Su percepción está distorsionada.
· Estímulos auditivos:
- A veces parece no oírlos.
- Otras, reacciona como si el sonido le produjera dolor agudo.
· Estímulos táctiles, gustativos y olfativos:
- Alta emisión de respuestas táctiles y olfativas a estímulos no específicos para esos receptores.
· Se muestran indiferentes al dolor o al frío, y otras veces hipersensible.
· Autopercepción sostenida en sus extremidades o detalles irrelevantes.

Desarrollo cognitivo:
Atención
- Hiperselectividad involuntaria de estímulos.
- Atención en túnel.
- Elevada percepción analítica.
Memoria
- Tienen buena memoria episódica.
- Lo que recuerda no se modifica por lo nuevo.
Solución de problemas
- El aprendizaje esta unido a la situación.
- No es capaz de generalizar a situaciones nuevas.

Identificación de alumnos con trastornos del espectro autista.
Los síntomas que a los padres o los maestros les pueden ayudar a identificar a un niño con autismo se pueden dividir en períodos de edades, los cuales son los siguientes:

Período de 3-5 años:
- Baja respuestas a las llamadas del niño, aunque no haya problemas de sordera.
- Dificultad para prestar atención.
- Escasa atención a las acciones de otras personas.
- Retraso en la aparición del lenguaje el cual no es sustituido por otro medio alternativo.
- Dificultades para entender mensajes a través del habla.
- Inquietud, correteos o deambulaciones sin sentido que dificultan centrar la atención.
- Pocos elementos de distracción y los que existen suelen ser repetitivos y obsesivos.
- Dificultad para soportar cambios en la vida ordinaria.
- Escaso desarrollo del juego simbólico o del uso funcional de objetos.
- Alteraciones cognitivas que afectan a la resolución de problemas propios de estas edades.
- Problemas de comportamientos que pueden ir desde los correteos o conductas estereotipadas del tipo de balanceos o aleteos, hasta rabietas de intensidad variable.

Período a partir de los 5 años.
Comprobar si los síntomas anteriores están presentes o lo han estado. Para aquellos casos más leves habría que comprobar a partir de esta edad lo siguiente:
- Dificultades para compartir interese o juegos con otros niños y niñas.
- Tendencia a la soledad o a abandonar los juegos con otros niños por falta de comunicación.

Qué consecuencias puede tener una tardía identificación de estos síntomas:
- Desconcierto de los padres y educadores que ignoran que ese niños no responde como los demás a los esfuerzos educativos.
- Intervención tardía del profesorado en estos niños.
- Dificultades para la enseñanza de habilidades básicas para la convivencia y el aprendizaje, lo cual les hace en ocasiones ineducables.
- Aparición de conductas inadecuadas, debido a la falta de respuestas a sus necesidades características básicas.

En la detección temprana de los síntomas del síndrome de autismo se tendrán en cuenta los siguientes objetivos:
- Inicio lo antes posible del tratamiento educativo más adecuado a las características del alumno.
- La formación inmediata de los responsables de la educación del niño (padres, profesores, monitores...) para que puedan llevar a cabo las estrategias de intervención educativas.
- La prevención o el tratamiento educativo de las conductas inadecuadas que pueda presentar el alumno.

El riesgo que pude haber a la hora de realizar un diagnóstico temprano en un niño presuntamente autista es el siguiente:
- La variabilidad de síntomas que puede manifestar un niño autista, ya unos pueden tener lenguaje y otros no, unos tienen un nivel de aprendizaje limitado y otro adquieren habilidades especiales...
- El desconocimiento por parte de los padres y educadores de cuáles son las características conductuales y cognitivas de estos niños.
- La presencia de un retraso mental u otras deficiencias hace que se ponga mucho énfasis en el tratamiento de estos aspectos ignorándose las necesidades educativas que se derivan del padecimiento de un trastorno autista.



3. Evaluación.

Instrumentos específicos de evaluación en autismo y los trastornos generalizados del desarrollo.
Varias escalas, cuestionarios y otros sistemas basados en distintas dimensiones pueden utilizarse como ayuda para el proceso de evaluación y diagnóstico. Algunos de estos instrumentos exigen un entrenamiento y práctica considerable para su dominio adecuado. Algunos instrumentos simplemente proporcionan información acerca del diagnóstico y otros proporcionan medidas de gravedad. Los más ampliamente usados son los siguientes:
Autism Behavior Checklist una lista diagnóstica que puede ser completada por profesionales y que proporciona, a partir de una determinada puntuación, una impresión o no de autismo.
Diagnosis Checklist for Behaviour-Disturbed Children, Form E-1 y E-2 un cuestionario restrospectivo para padres.
Behaviour Rating Instrument for Autistic and Atypical Children, BRIAACC, que es una escala de observación basada en un punto de vista psicodinámico.
Behaviour Observation Scale for Autism, BOS, que es una escala de observación basada en un análisis codificado de sesiones de video.
Childhood Autism Rating Scale, CARS, un instrumento dividido en 15 escalas con una puntuación para cada una de esas escalas.
Autism Diagnostic Interview-Revised, ADI-R, una entrevista semiestructurada para padres.
Autism Diagnostic Observation Schedule, ADOS, una escala observacional para niños y adultos.

Tratamiento.
Varios tratamientos han sido diseñados para tratar el autismo, unos con mayor éxito que otros y algunos con poco o nulo resultado. Sin embargo, es importante mencionar que está comprobado que el mejor avance se logra con una mezcla o variedad de tratamientos, algunos de ellos encaminados al desarrollo de áreas específicas (por ejemplo, el habla).
A continuación se enlistan los más conocidos, aclarando que no se recomienda alguno de ellos en particular. Serán los padres quienes evalúen las posibles ventajas o desventajas que tenga cada uno de ellos, según sea el caso, documentándose e investigando en diferentes medios el más adecuado a la problemática de su hijo.
a) Terapia Conductual: También conocida como método Lovaas (por Ivar Lovaas, uno de los principales precursores de la actualidad), ABA o Skinner y está basada en el conductismo. Se enseñan habilidades por medio de reforzadores y aversivos (premio y castigo).
b) TEACCH: Está basado en la comunicación visual por medio de imágenes y símbolos que representan conceptos o palabras y ha sido utilizado principalmente por el sistema escolar para educación especial de varios estados de la unión americana (entre ellos Texas y Missouri). Es una excelente opción para trabajar en los niños una vez que están bajo control instruccional y fijan su atención.
c) PECS (Picture Exchange Comunication System): Es un método de comunicación visual y de lecto-escritura que ha sido aplicado con bastante éxito en algunos estados de la unión americana (Missouri destaca en este método).
d) Químico y/o Fármaco: Es el tratamiento por medicamentos. Aunque este punto es ampliamente discutido, sí es un hecho que ciertos niños tienen la necesidad de ellos debido a alguna disfunción (por ejemplo, epilepsia). En todos los casos, los padres nunca deben recetar a los niños. Siempre hay que consultar con un neurólogo pediatra y discutir con él las posibilidades.
e) Terapia asistida con animales: Terapia con perros, delfines, caballos, etc. Si tiene acceso a alguno de este tipo, sin discutir sus ventajas o desventajas, el niño tendrá una experiencia única. Algunos padres me han platicado que vieron mejoría, los otros dijeron que, aunque sus niños salieron igual, se divirtieron como nunca en su vida.
Desde hace algunos años y como consecuencia de los trabajos llevados a cabo por Baron-Cohen y sus colaboradores han desarrollado un instrumento para encontrar indicadores tempranos de autismo en bebés de 18 meses, mediante el instrumento denominado CHAT (Checklist for Autism in Toddlers). Los estudios que han llevado acabo con dicho instrumento, sugieren que podría detectarse el autismo a esa edad tan temprana observándose déficits en áreas de competencia social, comunicativa e imaginativa. En concreto el fallo en algunos items claves es muy decisivo. Esos items son: conducta de señalar protodeclarativa, atención conjunta, interés y compromiso emocional con otros, juego social y juego de ficción.
Sin embargo, el I.D.E.A. (Inventario de Espectro Autista) se convierte en una de las herramientas más útiles que tenemos en la actualidad.

Problemas de la Evaluación
Uno de los primeros problemas que se nos plantea en el proceso de evaluación y diagnóstico es la proximidad o solapamiento entre algunos cuadros y la distinción clara entre trastorno autista y trastornos generalizados del desarrollo.

Otros trastornos del desarrollo son:
Trastorno de Rett
· Es menos frecuente que el autismo.
· Solo se ha detectado en mujeres.
· Tienen un desarrollo aparentemente normal hasta los 5 meses.
· Entre los 5 y 28 meses el crecimiento craneal se desacelera.
· Retraso psicomotor grave. A partir de los 5 meses.
- Comienza a perder las habilidades manuales intencionales adquiridas.
- Se desarrollan movimientos estereotipados.
- Se altera la coordinación de la marcha y de los movimientos del tronco.
· Retraso mental profundo y grave alteración en el desarrollo del lenguaje.
· En los primeros años se presenta un déficit social transitorio.

Síndrome de Asperger:
· Es una situación grave y persistente de la interacción social.
· No suelen tener retraso significativo:
- Del lenguaje: en algunos casos, pueden tener capacidades lingüísticas formales extraordinarias.
- Del desarrollo cognitivo.
- En las habilidades de autoayuda.
· Su inicio es más tardío que el síndrome autista.
· Hay prevalencia familiar.

Autismo y Síndrome de Asperger.
El Síndrome de Asperger se distingue del autismo principalmente por lo severo de los síntomas o características. Una intervención temprana incrementa las posibilidades de que el niño pueda efectuar sus estudios normales y logre su independencia en el futuro.
Podemos distinguirlos principalmente por lo siguiente:
Su coeficiente intelectual o nivel de inteligencia es normal o superior al promedio.
Su lenguaje no tiene retraso, aunque tienen problemas para comprender conceptos abstractos así como la ironía y el humor.
Buscan interactuar con los demás aunque tienen dificultades en la comprensión de los roles sociales, así como en los gestos y ademanes de las personas.
Sus intereses en algunos temas pueden rallar en lo obsesivo.
Es posible que un niño que haya sido diagnosticado con autismo inicialmente, pueda ser cambiado el diagnóstico a Síndrome de Asperger. Es importante reconocer cuando el niño no tiene lenguaje o bien, no quiere hablar (mutismo selectivo).
Aún cuando estos niños tengan un alto grado de inteligencia, al hablar con ellos, tenga en cuenta que no existen “obvios” y por lo mismo, la paciencia y la comprensión serán su mejor aliada en el trato con ellos.

4. Necesidades educativas especiales de estos alumnos.

Todo niño que hoy en día padezca el síndrome de autismo necesita unas necesidades educativas especiales como tratamiento, ya que a día de hoy el tratamiento educativo es el más fiable y con el que se consigue mejores resultados.
Las alteraciones que provoca el autismo en el niño pueden necesitar las siguientes necesidades educativas especiales:

Ÿ Adaptación del entorno y sus peculiaridades:
La primera adaptación es que se debería de hacer es en el entorno escolar, eliminando los estímulos sensoriales excesivos, subiendo el nivel de estructuración espacio temporal del propio entorno físico y disminuir las instrucciones verbales en la comunicación.

Ÿ La enseñanza explícita de las funciones de humanización:

Estos niños necesitan que en su currículo se expliciten aquellas funciones que se desarrollan de forma espontánea en población general. El currículo debe contemplar el desarrollo de las funciones cognitivas que permiten al niño acceder al mundo de las mentes, a las funciones de humanización denominadas de tercer nivel:
- Comunicación social.
- Mentalismo, capacidad para leer las mentes.
- Flexibilidad y adaptación a los cambios.

Ÿ El desarrollo de sus puntos fuertes:
En general los niños autistas tiene muy bien desarrollada algunas funciones cognitivas como las capacidades viso-espaciales, la motricidad fina y gruesa, la memoria mecánica...
El desarrollo de éstas y otras capacidades van a contribuir a mejorar la autoestima del niño y a que pueda desenvolverse en el mundo social.


5. La atención educativa a los alumnos con trastornos del espectro autista:

Necesidad de una intervención cooperativa
Si la actuación cooperativa es una necesidad impuesta por la propia intervención, en el caso que nos ocupa está más que justificada ya que en el tratamiento del síndrome de KANNER, alteraciones de tipo pedagógico, psicológico, social, logopédico,… se entremezclan precisando de una intervención multiprofesional. Los distintos modelos a que nos referimos no sólo deberán respetarse, sino que actuarán cooperativamente. Las soluciones unilaterales no suelen conducir a grandes cotas de eficacia.
El tratamiento de la diversidad precisa de la intervención cooperativa de los distintos profesionales con el fin de dar una respuesta eficaz a los problemas planteados. Cualquier intervención coherente deberá pretender no sólo la eliminación de los efectos producidos por una determinada anomalía, sino que procurará eliminar, o cuanto menos aminorar las causas de la misma. Si ello no es posible, como en los casos de autismo por su etiopatogenia desconocida, las medidas psicoterapéuticas y de otro tipo irán encaminadas a ofrecer al sujeto los mecanismos necesarios para que éste puede llevar una vida lo más normalizada posible.
En este sentido no cabría hablar de modelos prioritarios de intervención en el tratamiento del autista infantil. Más bien procuraremos una intervención multidisciplinar insistiendo en aquello modelos que más resultados positivos puedan proporcionar.
Las necesidades educativas del autista infantil no se limitan al ámbito lingüístico sino que abarcan a una serie de aspectos: relacionales, psicomotrices, afectivos…etc. por tanto, no vamos a exponer posibles “modelos” de intervención en cada una de las áreas o ámbitos deficitario que estos niños/as puedan presentar, sino que nos limitaremos a insistir en la necesidad de una actuación coordinada y cooperativa, centrándonos exclusivamente e aspectos lingüísticos. Los autistas precisan de una intervención terapéutica-escolar, entendiendo por tal el conjunto de acciones sistemáticas y coordinadas entre los distintos profesionales que actúan en la reeducación del autista con el fin de normalizar su proceso educativo.
Dentro del cuadro patológico que se observa en el autismo, las alteraciones del lenguaje son un síntoma más que coexiste con otras alteraciones importantes. Uno de los síntomas patológicos más característicos del síndrome de KANNER es una comunicación perturbada. La sintomatología que presenta es diversa y comprende desde niños y niñas sin lenguaje a aquellos con importantes alteraciones del mismo. Por tanto, la intervención deberá abordarse teniendo en cuenta la especificidad de cada caso mediante un programa lingüístico sistemático y detallado que contemple las distintas fases del desarrollo del lenguaje: atención, imitación, activación de la motilidad bocofacial, captación multisensorial, comprensión y producción.
Tratar de aislar la intervención logopédica del resto de las terapias que el niño y la niña precisan recibir en el Centro Docente parecería un ingenuo atrevimiento por nuestra parte.
CONDE y BALLESTEROS señalan en la intervención de los niños/as autistas distintos tratamientos: médico, farmacológico, comportamental, dinámico e institucional o de Centro especializado.
La intervención médica suele ser muy limitada en la reeducación del autista, aunque nunca debe ser menospreciada, al menos durante la primera fase del tratamiento: Evaluación inicial del problema.
Los tratamientos biológicos (electroshock) y farmacológicos (tranquilizantes, antidepresivos, sales de litio…), si bien eliminan o aminoran ciertos síntomas por sus efectos antipsicóticos, no son suficiente para las pretensiones educativas de los Centros docentes. El objetivo de la intervención farmacológica consiste en eliminar los síntomas que dificultan las situaciones de evitación social, estereotipias…, procurando que la elección del fármaco esté en consonancia con la sintomatología que presente el autista y de su posible encefalopatía. De ahí que la meditación esté en función de cada caso concreto.
La intervención por medio de técnicas de modificación de conducta (LOVAAS; 1977) suele proporcionar aceptables resultados, sobre todo en aspectos de comportamiento y de autonomía personal y social. Esta perspectiva conductual suele ser la más frecuente. Una actitud psicoterapéutica es eficaz si el niño o la niña ha perdido muchos de sus comportamientos patológicos y ha adquirido una normalización de conductas básicas (RODRIGUEZ, 1991). Los programas conductuales persiguen la adquisición de conductas deseadas mediante reforzamiento de conductas ya aprendidas o por la eliminación del refuerzo de conductas disruptivas.
Para la perspectiva psicodinámica el autismo se presenta como una desviación en la normal evolución infantil. La base de la psicoterapia consiste en hacer regresar el niño/a a la etapa anterior al trastorno sufrido en su desarrollo con la intención de retomar su proceso evolutivo.
Para BUSTOS (1988) el tratamiento del autismo es de competencia psiquiátrica e institucional y se dirigirá al establecimiento de sólidos contactos del autista infantil con su entorno y a despertar en él o ella una autentica necesidad de comunicación.
Nosotros apelaremos una vez más a una intervención cooperativa y coordinada y planificada por todos los profesionales encargados de la reeducación de los autistas, potenciando el papel del tutor/a como responsable final de su integración.


6. Adaptaciones curriculares

Modalidad de escolarización:
Ÿ Escolarización integrada:
Favorece la adquisición de las habilidades sociales básicas. Esta modalidad requiere diversos tipos de apoyos: monitores de educación especial, apoyo en el aula, pedagógico o logopédico individualizado, formación del profesorado y apoyo psicológico continuado.
Ÿ Aulas específicas de educación especial integrada en un centro ordinario:
Esta modalidad propicia el contacto y las experiencias de integración a tiempo parcial con alumnos y alumnas de su edad.
Ÿ Centros específicos:
En algunos casos es necesario los cuidados que un centro específico de educación especial donde la preparación de los profesores y su experiencia son fundamentales.

Estrategias educativas:
Las principales pautas de de intervención educativa en este tipo de trastornos son:

Ÿ Protección sensorial:
La protección de los sentidos como el oído, el tacto, y la vista puede resultar fundamental para facilitar una relación adecuada entre él y su entorno.

Ÿ Organización del entorno o los entornos que rodean al niño/a:
Los niños autistas suelen poseer carencias sociales, es decir, les cuesta trabajo organizar su mundo, y por ello es imprescindible la introducción de clases sociales significativas y accesibles a sus capacidades. La organización del entorno debe patente tanto en el plano físico, como en temporal y en el social.

Ÿ Uso de ayudas visuales:
Hay que tener en cuenta los puntos fuertes del alumno, uno de ellos puede ser la buena capacidad viso-espacial; su pensamiento visual. Utilizar ayudas visuales (objetos, fotografías, pictogramas...) para facilitar su comprensión del mundo que le rodea. Hay que intentar que todas la información que se transmita acerca de las normas de clase, tareas, horarios y potras actividades, tengan un componente visual.

Ÿ Enfatizar el desarrollo de la comunicación:
Los graves problemas de comunicación expresiva son factores que aumentan sus problemas de comunicación social, por ello hay que desarrollar las habilidades básicas de comunicación, así como en el uso cotidiano y adecuado de las que ya poseen. El principal medio para lograr este desarrollo es hacer uso de habilidades instrumentales y gestuales de comunicación.

Ÿ Entrenamiento de emociones:
El entrenamiento de las emociones se puede realizar mediante el reconocimiento de emociones y de la relación de éstas con las situaciones, los deseos y las creencias, propias y ajenas.


Ÿ Programar la mejora de las habilidades en juego interactivo y juego de grupo:
El juego es un aspecto muy importante en el desarrollo infantil del niño, por en los niños con síndrome autista ha de ser entrenado en los diferentes tipos de juego con adultos y de representación, así como en la participación en juegos sencillos de grupo con niños de su edad.

Ø Normalización del uso de objetos y juguetes:
El uso espontáneo de objetos y juguetes que realiza el niño autismo es frecuentemente inadecuado, puramente sensorial. Es importante iniciar un entrenamiento en el uso funcional de objetos cotidianos y de juguetes sencillos, con el objetivo de acercarle a un futuro juego simbólico.

Ÿ Formación y apoyo a profesionales:
Los profesionales que intervienen con niños con síndrome autista necesitan de una formación continuada (profesionales de apoyo, profesores especialistas, monitores, logopedas...).


7. Intervención con la familia.
El papel de la familia en la educación de estos alumnos con trastornos del espectro autista es de enorme relevancia, aunque está condicionado por dos cuestiones fundamentales:

La familia puede ser parte pasiva como núcleo que recibe un “shock” por lo que ha de desarrollar mecanismos de adaptación y superación de ese estado. Estas familias necesitan de un apoyo constante, intenso y especializado durante casi toda su vida, pero éstos son más necesarios durante los primeros años de aparición del trastorno. En este período destacan don momentos claves:

Ÿ Cuando sospechan que su hijo tiene un problema de comunicación.
Ÿ Cuando se confirma las sospechas por parte de los especialistas. Este momento normalmente es un poco tarde ya que es un trastorno muy complicado y a la falta de formación de los profesionales. Cada familia tiene un período de adaptación lo cual no significa cruzarse de brazos.

La familia, como agente activo, tendrá que adaptarse a la situación de su hijo y desarrollar estrategias de superación y comprensión del entorno. Para ello necesitarán de la ayuda de los profesionales cuyas líneas de asesoramiento podrían ir encaminadas a lo siguiente:

Ÿ Orientaciones para organizar las actividades de su vida diaria, de modo que favorezcan la anticipación y la comunicación.
Ÿ Proporcionar la información necesaria para que los familiares vayan comprendiendo mejor cada día el problema.
Ÿ Apoyar la consecución de los objetivos del programa de intervención, sobre todo aquellos destinados a la mejora de la comunicación, la autonomía personal y la autodeterminación.
Ÿ Facilitar la adquisición, por parte de los familiares, de las técnicas básicas que ayuden a conseguir los objetivos propuestos, especialmente de la modificación de conducta y de las habilidades de comunicación.
Ÿ Favorecer los contactos con otras familias afectadas.
Ÿ Ofrecer información sobre los apoyos sociales en los casos en los que fuera necesario.
Ÿ Ayudarles a construir una visión realista de los trastornos del espectro autista que favorezca la implicación sin que se exalte demasiado la fantasía.



Bibliografía


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RIVIÉRE GÓMEZ, Ángel; MARTOS PÉREZ, Juan. El tratamiento del autismo. Nuevas perspectivas. APNA. Ministerio de trabajo y Asuntos sociales. Madrid, 1.998.

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http://autismo.com/

http://www.autism-society.org/

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AJURIAGUERRA, J. (1.980): Manual de Psiquiatría infantil. Barcelona: Toray Masson.

GALLARDO RUIZ, J.R Y GALLEGO ORTEGA, J. L (1993): Manual de logopedia escolar. Un enfoque práctico. Ediciones aljibe.

BUSTOS SÁNCHES, I. (1988): Discriminación auditiva y logopedia. Madrid: CEPE.

CONDE y BALLESTEROS: El autismo infantil precoz. Salud Rural, año VI, nº 9.

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